El Hotel Mod05, cerca del Lago de Garda, se configura como la superposición de dos edificios, divididos por una larga franja de vidrio: el paralelepípedo que alberga las habitaciones, compacto pero ligero, flota encima de la planta baja, cuya articulación responde a su complejidad funcional.
La arquitectura refleja las dos almas de los hoteles: el momento público y dinámico de las llegadas y salidas, de las zonas de encuentro y actividad, y el momento íntimo y protegido del descanso.
La planta baja se organiza alrededor de un espacio central acristalado en el que se asoman los cuerpos sólidos y coloridos de distintas funciones: la recepción, las oficinas, el bar, el comedor, la sala de reuniones.